martes, 15 de octubre de 2013

Premios Óscar: Estatuilla

Diseño

Aunque la AMPAS entrega anualmente otros siete galardones (premio en memoria a Irving G. Thalberg, premio humanitario Jean Hersholt, premio Gordon E. Sawyer, premio al Mérito Técnico o Científico, premio a los Logros Técnicos, medalla al mérito John A. Bonner y premio Juvenil de la Academia), más otros dos que no son presentados anualmente (premio Especial de la Academia y el premio Honorífico; los cuales pueden tener o no la forma de la estatuilla del Óscar), el más conocido es el «premio de la Academia al Mérito», también llamado «premio Óscar». Enchapada en oro britanio sobre una base de metal negra, con 34 centímetros de altura y 3,85 kilogramos de peso, muestra a un caballero desnudo, al estilo Art Deco, el cual mantiene los brazos cruzados sosteniendo una espada sobre un rollo de película de cinco radios. Dichos cinco radios representan las ramas originales de la Academia: actores, escritores, directores, productores y técnicos.
En 1928, el director de arte de la Metro-Goldwyn-Mayer, Cedric Gibbons –uno de los miembros originales de la Academia–, supervisó el diseño del premio a partir de un boceto en papel. Entonces, el escultor George Stanley diseñó la estatuilla en arcilla y Sachin Smith la creó con un 92,5% en estaño y un 7,5% en cobre bañado en oro. La única modificación aplicada a la estatuilla desde su creación es un cambio menor en la base de metal. El molde original del Óscar fue creado en 1928 en la Fundación C.W. Shumway & Sons en Batavia, Illinois, en donde también se han originado los moldes para las estatuillas del trofeo Vince Lombardi y para los Emmy. Desde 1983, aproximadamente 50 estatuillas se hacen anualmente en el R.S. Owens & Company, ubicada en Chicago.
Tras la intervención de los Estados Unidos en la segunda guerra mundial, las estatuillas entregadas entre 1942 y 1945 fueron hechas con yeso; luego de la guerra, estas fueron sustituidas por las originales.

Nombre

El origen del nombre «Óscar» es aún muy debatido. En una biografía de la actriz Bette Davis se afirma que la estatuilla fue nombrada como tal en honor a su primer esposo, Oscar Nelson; una de las primeras menciones de la estatuilla como «el Óscar» se remonta a 1934, en un artículo realizado por la revista TIME sobre la sexta ceremonia de premiación. En 1932, Walt Disney citó haber agradecido a la Academia por el Óscar que ganó en dicho año.
Una versión muy extendida acerca del nombre de la estatuilla tuvo origen en 1931, cuando la secretaria ejecutiva de la Academia, Margaret Herrick, vio por primera vez el premio e hizo una referencia con su «tío Óscar» (sobrenombre para su primo Oscar Pierce). El columnista Sidney Skolsky, quien estuvo presente cuando Margaret Herrick nombró la estatuilla, adoptó el nombre en uno de sus artículos el cual rezaba: «los empleados han nombrado afectuosamente su famosa estatuilla como Óscar».
Finalmente, en 1939, el premio fue llamado oficialmente «Óscar» por la AMPAS. Otra versión acerca del origen del nombre se originó con Eleanor Lilleberg, secretaria ejecutiva de Louis B. Mayer, quien al ver la estatuilla exclamo: «¡se parece al rey Óscar II!».

Propiedad de las estatuillas
Desde 1950, las estatuillas fueron acogidas legalmente para que ni el ganador ni sus herederos las puedan vender sin antes haberlas ofrecido a la Academia por el precio establecido de un dólar. Si el ganador se niega a aceptar dicha disposición, la Academia se quedará con la estatuilla. Las estatuillas del Óscar que no estuvieron protegidas bajo esta ley, fueron vendidas en subastas públicas y privadas bajo sumas superiores a seis cifras. En diciembre de 2011, el Óscar que Orson Welles ganó por Ciudadano Kane en 1941 fue subastado luego que en 2004, sus herederos ganaron un litigio legal que aseguraba que Welles no firmó para devolver la estatuilla a la Academia.
Mientras que el Óscar este bajo la propiedad del ganador, no podrá venderse en el mercado. Sin embargo, el caso en el que el nieto de Michael Todd trata de vender la estatuilla, muestra el desacuerdo de algunas personas con esta idea. En dicho caso, la Academia acudió a instancias legales en donde finalmente pudo recuperar la estatuilla. A pesar que en muchos casos, la venta de un Óscar se lleva a cabo de forma efectiva en el mercado regular, muchos de los compradores deciden devolver la estatuilla a la Academia, en donde son guardadas en su tesorería.

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